viernes, 27 de noviembre de 2009

A la sombra de un río

Sombras acostadas,
sobre el río que pasa,
y se van...
recogiendo hojas yermas.
Sueltan los eucaliptus
sus lágrimas de amor en silencio,
lágrimas del cielo,
de un tendedero de nubes mojadas,
y se van...
Un salmón enamorado,
sube con ahínco,
contracorriente...
saltando cascadas escalonadas,
entre meandros curvados y salientes.
A la sombra de un río,
nacen seres pequeñajos,
se extiende un pañuelo blanco,
para que se mezan en nanas,
para que lloren las ranas,
y sueñen los sapos
con ser príncipes humanos.
Vestidos con altos trapos,
a la espera de un beso alado,
de un hada perdida
en un mundo de encajes y calados,
cansada de más primaveras,
con su corazón amarrado
en redes de leyes,
en anclas de años,
que se van...
A la sombra de un río,
burdeos de risas de pájaros,
nacen los cantos de una nueva vida,
un nuevo y tranquilo espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario