martes, 16 de octubre de 2012

American History X







Supongo que debo decir lo que he aprendido, mi conclusión. Mi conclusión es que el odio es un lastre. La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado. No vale la pena. Dereck dice que siempre viene bien acabar un trabajo con una cita, dice que siempre hay alguien que lo ha hecho mejor que tú, que si no puedes superarlo róbaselo y aprovéchate. Así que he escogido algo que creo que le gustará:

 "No somos enemigos sino amigos, no debemos ser enemigos. Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debes romperlos. Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelva a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro."




De la película American History X



lunes, 15 de octubre de 2012

Atardeció sin ti







Atardeció sin ti. De los cipreses...
a las torres, sin ti me estremecía.
Qué desgana esperar un nuevo día
sin que me abraces y sin que me beses.

A fuerza de tropiezos y reveses
la piel de la esperanza se me enfría.
Qué agonía ocultarte mi agonía,
y qué resurrección si me entendieses.

Atardeció sin ti. Seguro y lento,
el sol se derrumbó, limón maduro,
y a solas recibí su último aliento.

Quién me viera caer, lento y seguro,
sin más calor ni más resurgimiento,
gris el alma y frustrada entre lo oscuro.




Antonio Gala




Un paseo para recordar







-¿Podrías ayudarme?.
-Pero con una sola condición...
-¡Claro! ¿Cuál?
-Que no te enamores de mí.





De la película "Un paseo para recordar"





domingo, 14 de octubre de 2012

En la doliente soledad del domingo







Aquí estoy,
Desnuda,
Sobre las sábanas solitarias
De esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
Liso y rosado en el espejo,
Mi cuerpo
Que fue ávido territorio de tus besos,
Este cuerpo lleno de recuerdos
De tu desbordada pasión
Sobre el que peleaste sudorosas batallas
En largas noches de quejidos y risas
Y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
Que acomodabas sonriendo
En la palma de tu mano,
Que apretabas como pájaros pequeños
En tus jaulas de cinco barrotes,
Mientras una flor se me encendía
Y paraba su dura corola
Contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
Largas y lentas conocedoras de tus caricias,
Que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
Para abrirte el sendero de la perdición
Hacia mi mismo centro
Y la suave vegetación del monte
Donde urdiste sordos combates
Coronados de gozo,
Anunciados por descargas de fusilerías
Y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
Es un espejo de vos el que se extiende doliente
Sobre esta soledad de domingo,
Un espejo rosado,
Un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
Sobre mi cara
Y sólo pienso en tu lejano amor
Mientras cobijo
Con todas mis fuerzas,
La esperanza.




Gioconda Belli



Donde el corazón te lleve






“Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguanta. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo. Sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve”





Donde el corazón te lleve.-Susanna Tamaro



Ausencia






No tienes quien te bese 
tus labios de grana, 
Ni quien tu cintura elástica estreche, 
dice tu mirada. 

No tienes quien hunda
Las manos amantes
en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros
no se asoma nadie. 

Dice tu mirada
que de noche, a solas, 
suspiras y dices en la sombra tibia
las terribles cosas... 

Las cosas de amores 
que nadie ha escuchado, 
esas que se dicen los que bien se quieren
a eso de las cuatro. 

A eso de las cuatro
de la madrugada, 
cuando invade un poco de frío la alcoba
y clarea el alba. 

Cuando yo me acuesto, 
fatigado y solo, 
pensando en tus labios de grana, en tu pelo

y en tus ojos negros....




Manuel Machado





jueves, 11 de octubre de 2012

El tutor.-Robin Schone








La neblina húmeda y maligna formaba una especie de manto, colándose dentro del carruaje. Ramiel apoyó la cabeza contra el tapizado de cuero y cerró sus ojos, intentando controlar su cuerpo, sus deseos, sus necesidades. No se movió cuando la puerta se abrió. Y tampoco lo hizo cuando el coche se inclinó levemente y fue rodeado por la esencia de Elizabeth, su olor, el calor de su cuerpo. Apenas se hubo instalado frente a él con un murmullo de seda y el crujido del cuero, la puerta se cerró fuertemente y el carruaje comenzó amoverse.

-El jueves pasado me di un golpe contra una farola Ramiel abrió los ojos y observó el oscuro perfil de su capa y su sombrero.Ella lo había tocado pero no había confiado en él.

-Te hiciste daño... y no me lo contaste.

-Mi orgullo sufrió más que mi cabeza. Su voz, tan próxima en aquel espacio cerrado, sonaba lejana. El tenue brillo de la luz de un farol exterior iluminó al pasar su rostro durante un instante.

-Pero sentí miedo aquella noche,porque sólo estábamos el cochero y yo y ninguno de los dos podía ver en la neblina. Podíamos habernos caído al Támesis y sólo pensaba en que me iba a morir y nunca sabría lo que es amar. ¿Puedo besarte?

Un rayo de calor se disparó dentro de su cuerpo. ¿Puedo besarte? resonó sobre el rechinar de las ruedas del carruaje.

-Quítate el sombrero.

La delgada silueta de su cabeza reemplazó la gruesa forma del sombrero.Los muelles crujieron; ella se colocó en el borde del asiento, rozando con sus rodillas las de él a través de sus capas. Ramiel se inclinó hacia delante, y se puso tenso cuando las manos enguantadas ahuecaron su cabello.Ella se apartó bruscamente. Al instante, sus manos habían vuelto sin los guantes, con la piel tibia,acariciando sus orejas, deslizándose hacia sus mandíbulas. Él cerró los ojos notando una ola de dolor placentero. Había pasado tanto tiempo...

-Tu piel es diferente a la mía. Más dura. Más gruesa. Ramiel contuvo una carcajada, abrió los ojos, deseando haber encendido las lámparas dentro del carruaje para poder ver su rostro mientras ella daba rienda suelta a su pasión.

-Tú eres mujer; yo soy hombre. Ramiel contuvo el aliento, esperando, esperando, y luego ella se aproximó más, con su aliento sobre los labios de él...El carruaje saltó sobre un bache; los labios de Elizabeth resbalaron por su barbilla.

-Discúlpame...

-No. No te detengas.

Si se echaba atrás, pondría sus manos sobre ella y la tomaría.

-Espera.

Extendió sus brazos, aferrándose a las ventanas del carruaje.Ahora. De nuevo.Con precaución, ella se inclinó hacia delante, acariciándole con su aliento,rozándole con sus labios...Una descarga eléctrica sacudió a Ramiel. Ciega y ansiosamente, ladeó su cabeza abriendo su boca sobre la de ella, rozando sus labios, balanceándose con el carruaje, moviéndose al compás de Elizabeth mientras ella exploraba el húmedo roce de un beso, ferame, el primer beso que le daba un hombre.Aún no era suficiente. Echándose hacia atrás ligeramente, con los labios de ella suaves y húmedos contra los suyos, él susurró temblando:

-Abre tu boca. Lleva mi lengua a su interior. Elizabeth aspiró el aire, su aliento. Enseguida, su lengua se introdujo dentro de ella. Un suspiro profundo subió desde su pecho. Ella se aferró a su cabeza como si quisiera atraerle a su boca, pero su lengua esquivaba nerviosamente el empuje de él. Ramiel no permitiría que se echara atrás. Su lengua se movió en círculos,exploró, lamió hasta que ella imitó sus movimientos, girando, saboreándolo. Ela'na, la sentía caliente. La deseaba...Ramiel lamió su paladar, escuchó la cadencia acelerada de su respiración.Un júbilo tan intenso que resultó doloroso estalló en su interior. Ella también lo deseaba, y aquello era casi tan poderoso como su propio arrebato.

-Dios mío... No lo sabía.

Las palabras vibraron dentro de su boca. Mordisqueó su labio inferior y preguntó:

-¿No sabías qué?-oyó cómo ella aspiraba su aliento.

-No sabía que los labios de un hombre eran tan suaves.

La boca de ella se movió contra la de él, un roce suave y un tibio aliento acariciaban su piel como una pluma mientras los dedos de Elizabeth se enterraban en su cabello.No sabía que un beso era tan... personal. Tan íntimo. ¿No es mejor si un hombre sostiene a una mujer cuando él la besa?

-No te tocaré contra tu voluntad.

Le sorprendió que las palmas de sus manos que presionaban contra las dos ventanas no rompieran el vidrio. Con determinación, su lengua se insinuó a través de sus labios, imitando el deslizamiento húmedo de la verga del hombre contra la vulva húmeda de la mujer,entrando y saliendo. Si quieres que te toque, Elizabeth, me lo vas a tener que pedir. Los dedos de ella se enredaron en su pelo.

-¿Acaso no consideras que un beso... sea tocarse?

-Los labios besan; los dientes mordisquean; una lengua lame y saborea.Sólo las manos tocan. Ahuecan los pechos de una mujer, tibios y henchidos con el peso de su deseo; guían las caderas, suaves y redondas bajo la dureza de un hombre; aprietan las nalgas femeninas, estirándolas bien para que pueda gozar; acarician la vulva hasta que ella da rienda suelta a su pasión. Una lengua puede probar esa pasión, pero sólo a través del tacto los dedos de un hombre pueden deslizarse dentro de su cuerpo y alcanzar donde está caliente, húmeda y ardiente de deseo. Tocar a una mujer la prepara para una penetración más profunda.Cuando me digas que te toque, Elizabeth, llegaré a lo más profundo de tu cuerpo.

Con los labios inclinados, endurecidos, tomó su boca, desatando la fuerza total de su deseo, y chupando la lengua de ella en su interior. Elizabeth se puso tensa pero él se negó a dejarla ir, chupando sus labios, su lengua, hasta que ella gimió dentro de su boca y se aferró a su cabello con ambas manos, atrayéndolo cada vez más y más cerca. Cuando dejó de besarla, ella tomó una bocanada de aire.




"El tutor".- Robin Schone



PD.-Muy recomendable en su género



Contramarea








Hoy me trae este tema tan puntiagudo, "la razón", entre los humanos, evidentemente los únicos "animales" que la tienen. Según la wikipedia la define como:

"Es la capacidad de establecer o descartar nuevos conceptos concluyentes o conclusiones, en función de su coherencia con respecto de otros conceptos de partida o premisas."


Bajo mi punto de vista existe una laguna en esa definición, y parte de ¿cuál es el punto de partida o premisa?. Entiendo que por nuestro discurso social, debe ser el que haciendo la media aritmética sea el que más prevalece. Pero partiendo de lo anterior, si una persona es distinta, piensa de otra manera, o tiene su propia premisa sobre algunas situaciones específicas o generales (qué más da) es excluyente en nuestra sociedad, porque nunca llevará la razón según la mediana de racionamiento humano. 

En absoluto, me considero una mutación del género humano, soy una más dentro de esta algarabía de seres que intentamos convivir en este pequeño país, dentro de un planeta en la inmensidad de una galaxia, que según dicen es diminuta comparada con el universo. O sea, que me considero un diminuto ser dentro de la generalidad universal, más tengo la "capacidad" de poder pensar, poder reflexionar, sentir...racionalizar, que es el tema de hoy. 

La vida te va poniendo un poco de todo en tu camino: algunas flores, sensaciones, te va dando agua cuando tienes sed, pero a veces, también te  pone a prueba y empieza a dejarte vallas en la tierra que pisas, que tienes que saltar o si no tienes fuerzas te caes, y te vuelves a levantar una y otra vez, sales de esos obstáculos y ahora te encuentras charcos antiguos que pensabas que ya se secaron, pues nada recapacita, aliméntate de los discursos ajenos, nútrete de tus propia ideología y con toda esa mezcolanza unida a tu exterior (que tienes que estar cuidando siempre por lo visto) intenta no ahogarte en tus propias lágrimas. 

Por ahí dicen que lo más fácil es decir "lo siento", cuando hay partes que no enlazan en cuanto a la razón, y en ese "que si tú, que si yo". No es cuestión de orgullo, es cuestión de salvavidas de tu forma de ser y pensar, ya está bien de navegar amarrados a un barco donde el destino no es de tu agrado, ya está bien de caminar encadenada a unos valores y juegos que no son los tuyos, ya esta bien que además de vivir en una sociedad dirigida en la sombra, quieran encima oscurecer lo más atesorado en tu vida que es el alma. 

He decidido plantarme, no dar más explicaciones, y menos cuando no existe un mínimo de respeto a mi persona. Cuando alguien me invade, soy como una tortuga en un campo de minas, me recojo en soledad, y reflexiono como si fuera otra persona fuera de esa concha. ¿Saben? las tortugas se esconden en su coraza cuando la agreden, y me parece estupendo, porque hay veces que es mejor la oscuridad que mil luces atenuadas. 

Pues ahí ando, luchando, sería más fácil decir dos palabras, pero  hay veces que no caben, bajo mi personalidad, bajo mi pensamiento, bajo esta fuerza que aún me queda para decir, esta es mi razón, los demás también tendrán las suyas, y sus conflictos, reflexiones, perspectivas. Es más, cuando un charco ya es prehistórico, intento pasar rodeando las malezas, que ya ese camino lo recorrí con mucha dificultad y lo conozco con creces. Lo pasé con muchas heridas internas, con muchas lágrimas, para volver a "caer en la misma piedra", ¿véis? como siempre salen esas cosas de los dichos, los refranes...que no son más que "discursos sociales", que nos vamos archivando todos los días en nuestro pequeño cerebro. 

Evidentemente todos somos diferentes, también dicen por ahí eso de "dime con quien te juntas y te diré quién eres", no estoy nada de acuerdo, al menos en mi caso. He pedido mil veces perdón, he pedido la mano de alguien que me ayudara cientos de veces cuando lo he necesitado,y no me considero un cabello negro en esta melena blanca que brilla todos los días (al menos eso es lo que se pretende), mas soy una mujer que, sin duda, lucha por ser esa micromillonésina o más pequeña parte de este universo. Ya lo dijo Savater, en la diversidad del paisaje está la riqueza. 

¿Queremos ser ricos? Para eso tenemos que defender el grano que nos define como persona, y no siempre ir con la marea, a veces y es mucho más difícil, es necesario cambiar las velas y sujetar bien el timón, para que el agua no te anegue el barco cuando vas en contra. 

Ahora mismo ando descalza, ¿saben por qué?, porque no quiero ni que las suelas de mis zapatos impidan que pueda avanzar, con mi razón que es la mía, con mi corazón que es el motor de mi vida, y con mi cuerpo que me sirve de herramienta para seguir respirando cuando me queda poco aire en el alma. 






miércoles, 10 de octubre de 2012

Rayuela








Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.



Julio Cortázar



En el corazón del sueño







"Tal vez porque las promesas más importantes en nuestra vida son aquellas que no se pronuncian en alto, que no se gritan ni se declaran, que se formulan íntimamente, y que una vez cumplidas nos colman de una secreta y profunda felicidad mucho más auténtica y perdurable que cualquier tipo de gloria."




En el corazón del sueño.- Carmen Pacheco




martes, 9 de octubre de 2012

Era el mundo









Era el mundo y la mañana,
la risa turquesa,
el acero de la niebla,
la flor ahogada, 
el surco abierto,
la miel en las manos,
el agua en la vista,
la luz en tus ojos.

Era el mundo tal cual,
sin metáforas,
palabra viva,
y...nosotros.




Lola Crespo Rodríguez




Haiku







Jacarandas,
osados pensamientos
que vuelan alto.




María del Carmen Guzmán





El ladrón de orquídeas










"Cada orquídea se parece a cierto insecto, y atrae a ese insecto... su doble, su compañero del Alma. Lo que mas anhela es estar con el. Luego de que el insecto vuela, localiza a otra compañera del Alma y le hace el amor. Ni el insecto ni la flor entienden jamás la importancia de sus relaciones. ¿Cómo pueden saber que por su pequeño baile el mundo vive? Pero es así.. Con hacer lo que fueron diseñados, sucede algo grande y magnifico. Ellos nos enseñan a vivir. Que el único barómetro que tienes es tu corazón y cuando localizas a tu flor, no puedes dejar que nada se interponga."






La mujer justa







“Hace falta mucho valor para dejarse amar sin reservas. Un valor que es casi heroísmo. La mayoría de la gente no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso. Le da vergüenza entregarse a otra persona y más aún rendirse a ella porque teme que descubra su secreto… el triste secreto de cada ser humano: que necesita mucha ternura, que no puede vivir sin amor. Creo que esa es la verdad.”




La mujer justa

Sándor Márai







lunes, 8 de octubre de 2012

¿Princesa?







Sin palabras



Haiku






Alma y cielo
aire, sol, tierra, agua
son su sustento.




María Ángeles García Garrido

Cuando un hombre ama a una mujer








"Mi mujer es una alcohólica, 
la mejor persona que he conocido. 
Tiene 600 clases distintas de sonrisas... 
todas te iluminan la vida. 
Pueden hacerte reír a carcajadas. Así, sin más. 
Pueden incluso hacerte llorar. Así, sin más. 
Y eso sólo sus sonrisas, deberian verla con sus hijas,
tendrían que ver como la miran cuando ella no las observa"...




P.D Impresionante...sin palabras.




domingo, 7 de octubre de 2012

Somos







Somos el mismo ser bajo diferentes disfraces
la misma ola bajo diferentes mares,
el mismo reflejo bajo diferentes espejos
y la misma huella bajo diferentes pies.

La palabra misma de tu voz...somos,
eclipsada en el espacio del Silencio.





Rosario Bariego Gómez





La soledad







Entro en la soledad
por una puerta que abrí siendo muy niña,
como en ámbito antiguo,
como en un gran color inacabable.
Que reciba la tierra mi cuerpo de pie.
Que lo envuelvan banderas de viento
y honores civiles.



Mercedes Castro



sábado, 6 de octubre de 2012

Lo más importante







Lo más importante
es recordar que la vida,
siempre nos pilla de improviso,
siempre trata de volvernos
locos de azar,
e incluso
(de vez en cuando)
nos hace ver las estrellas.



Inmaculada Contreras


Te explico la diferencia







Puedo pasar la vida
contando los exactos lunares de tu vientre,
siguiendo el espejo de tu mirada, ahuyentando
tus fantasmas; si quieres, siéndome un poco tú.
Puedo pasar la vida.
Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear, y no vernos a veces,
o vernos como extraños alguna madrugada.
Es la recia costumbre que de pronto fulgura
con una hermosa lumbre de pasión y demencia.



Josefa Parra



viernes, 5 de octubre de 2012

Poema para torpes







Regreso acercándome a tus lugares inciertos,
(o sea que intento entender tu postura),
postrando mi cabeza junto a tu percepción,
(o sea que me pongo en tu lugar),
aúno fuerzas para aislar desavenencias,
(o sea que no quiero discutir)
y vigilo los gestos que pudieran ofender.
(o sea que reprimo lo que te molesta).


No sé si quiero acompañar a tu silencio,
(o sea que me estoy cansando),
o vagar a solas aunque estés,
(o sea que me planteo dejarte),
quiero aprender de nuevo,
(o sea darme otra oportunidad),
expresarme sin miedos,
(o sea ser yo),
no mirar atrás.
( o sea que me voy).
Espero que esta vez me hayas entendido.
(O sea ¿tá´s enterao?)



Remedios Álvarez Díaz




P. D.-¿Cuántas veces nos sentimos las mujeres como "una muñeca de trapo con la que hacen lo que quieren". Vivimos aún en la cola del cometa de nuestra generación anterior donde el honor , el orgullo y la estirpe del hombre es lo que importa, ¿cómo dicen? algo así como: "es cosa de hombres...¡¡están tan equivocados¡¡ tanto...como perder esa muñeca con la que juega. 




Pasa que alguna vez a la mujer le da la luz, y dice ¡basta! 

Me uno a ese...

...se acabó.