sábado, 23 de noviembre de 2013

Itimad









I nvisible a mis ojos, siempre estás presente en mi corazón. 
T u felicidad sea infinita, como mis cuidados, mis lágrimas y mis insomnios. 
I mpaciente al yugo, si otras mujeres tratan de imponérmelo, me someto con docilidad a tus deseos más insignificantes. 
M i anhelo, en cada momento, es tenerte a mi lado: ¡Ojalá pueda conseguirlo pronto!. 
A miga de mi corazón, piensa en mí y no me olvides aunque mi ausencia se larga. 
D ulce es tu nombre. Acabo de escribirle, acabo de trazar estas amadas letras: ITIMAD.






(Al Mutamid)




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