martes, 22 de diciembre de 2009

Cuando me llamas

La riqueza de tus manos
las hallo en el cielo,
las veo en aquel ocaso,
en el cristal de mi espacio.
Cada línea, cada pliegue,
cada sueño conservado
por tus dedos
mi piel siente...
entre los susurros de tus brazos.
Y mis vellos abren sus alas,
planean entre el aire erizados,
buscan el final de la pasión...
tenerte a mi lado.
Revolotean mis pestañas,
cantan mis pupilas,
ríen los aros de mi iris
entre las velas de mis párpados,
cuando me llamas.
Y entras en mí,
en mi corazón lates,
en mi piel descansas,
en mis ojos vives,
¿hoy?
hoy, ayer y mañana.

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