viernes, 18 de octubre de 2013

Bajo el sol de la toscana









"He comprado una casa en un país extranjero. Una casa y unas tierras que dos bueyes tardan dos días en arar. Ya que no tengo ni arados ni bueyes tendré que confiar en su palabra. El remordimiento del comprador es una afección muy común entre los nuevos propietarios. Que tenga acidez de estómago y la necesidad repentina de llorar no significa que haya cometido un error. Las casas viejas tienen sus inconvenientes... sobre todo las que tienen 300 años. 
He heredado diez mil botellas de vino vacías, una uva, todos los ejemplares de La Nazione impresos en 1958 y un montón de inquilinos. El truco para superar el remordimiento del comprador es tener un plan, escoger una habitación y hacerla propia, repasar la casa lentamente, ser educada, presentarse. Así la casa también se presentará."








"Eres una aburrida, mírate. Estás triste otra vez, eres como un gran agujero negro. 
Los remordimientos son una pérdida de tiempo; 
son el pasado que te priva del presente.

¿Cómo vas a ser feliz jamás si no dejas de compadecerte?
Escucha, cuando era niña, me pasaba horas buscando mariquitas, pero un día me rendí y me quedé dormida en la hierba. Al despertar las tenía por todo el cuerpo". 



Bajo el sol de la Toscana


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