jueves, 14 de enero de 2010

El temblor del corazón



¿En alguna ocasión te ha temblado el corazón?

Pues te contaré, narraré, dibujaré e intentaré describir qué sensaciones te recorren por tu alma y por tu cuerpo cuando el corazón te tiembla.

Es como si como un malabarista el cuerpo te diera tres tirabuzones en el aire y cayeras como si nada hubiese pasado, pero...tu corazón salta dentro tuya sin poder pararlo.

Es como si un duende loco se introdujese por tu nariz y desde el pulmón izquierdo llamara a una puerta pidiendo auxilio.

Cuando el corazón te tiembla, está pidiéndote a gritos más espacio porque no puede latir en ese pequeño hueco que le dejas, ¿qué te crees que es tu corazón? ¿un infante al que le puedes regañar y castigar cada vez que quieras?, es un error porque se estremece, se mueve arbitrariamente, se encoge, ¡¡grita!!, y quiere salir. Y se defiende, se defiende clavándote una espina que duele al respirar, y además te hace chantaje, o me sueltas o te dolerá y no pararé hasta que tus lágrimas caigan, hasta verte laxa e inútil.

Así es el corazón cuando no está libre, cuando lo aprisionas, cuando crees que no siente, y sí ...sí que siente....además vuela como las mariposas y cuando notas su aleteo suave que te acaricia el alma como si te rozara una manta de terciopelo, es una sensación clara de que por una vez se habéis puesto de acuerdo.
Aquí me tienes dialogando con él, para llegar a un pacto, porque me tiene molida, pero es que no entiende mis razones, no comprende que...


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