jueves, 22 de octubre de 2009
Los siete velos de la historia
Maravillosa Rita
Para la famosa danza de los siete velos existen diversas versiones que intentan explicar su origen. Quizás la más conocida sea la historia mitológica de Isthar o Astart, Diosa Babilónica del Amor y de la fertilidad, Tamuz, su amor, había perdido la vida y fue llevado al reino de Hades y para reencontrarlo, Isthar cruzo los sietes portales del submundo, dejando en cada uno de ellos uno de sus velos, revelando de esa manera su verdad, su alma, liberando su espíritu y así pudo volver a juntarse con su amor. A partir de esa historia el velo pasó a simbolizar el alma femenina.
Otra de las versiones que explican el origen de esta danza es la história bíblica que dice que Salomé habría bailado lo que seria la danza de los siete velos para el rey Herodes, marido de su madre, a cambio de la vida de San Juan Bautista, pues ella estaba enamorada del profeta, que no sentía lo mismo por ella, debido a su condición religiosa y evitaba mirarla para no caer en la tentación. Influenciada por su madre, ella hizo caso a su padrastro y bailó para él. Enloquecido y enamorado el rey le dijo que podría pedir lo que quisiera, y otra vez influenciada por la madre, pidió la cabeza de su amor en una bandeja de plata. Horrorizada y arrepentida, Salomé dijo que el profeta por fin le había mirado.
El misterio y la sensualidad protagonizan esta danza , que generalmente utiliza el ritmo wahde (rimo lento), con movimientos que valoran la utilización del velo, que debe ser como la extensión de la mano de la bailarina. Quien aprecia el baile, no debe notar donde acaba uno y empieza el otro. La bailarina ha de saber interpretar cada música, abusando de su creatividad y exteriorizando las emociones transmitidas por la música.
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