No sé si alguna vez has tenido la sensación de estar cerca del mar y abrir la ventana, ese frescor de la mañana, esa brisa de una tarde que cae, ese olor, es algo sublime, algo puro que te refresca el alma y te da la intención de limpiarla y coger pluma y papel para plasmar cuántas sensaciones arrollan en tu interior. Pues más o menos, porque no tiene comparación alguna es ese momento en el que me miras, me absorbes, me recoges en tus ojos con tanta intensidad que no sé que puede suceder un día, cuando ya no pueda apartar más la mirada y mis labios dejen de hincharse buscándote, cuando tu olor no deje de invadirme entre mis poros, no sé amor mío, espero que alguna ánima tire de mí para volver a enderezarme. Es tanto lo que siento, que no podría cambiarlo en esos momentos por nada que no fuera de ti, de tus manos, de tus besos...vivo en ti, contigo y para ti en ese preciso instante en el que tus ojos conquistan cada centímetro de la distancia que quiere separarnos y no lo consigue, es imposible en mitumiyo.
Te quiero
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