Esta noche tengo mil colores que mostrarte, buscando algo de muchos tonos encontré en el camino estos zapatos rojos que sé que te encantan, estoy segura que encuentras estos vaqueros con los zapatos rojos y tienes que mirarlos. Fíjate a esta mujer se le volvió el paraguas y a mí se me volvió el corazón por poder disfrutar de tus pasos esta tarde, de las miradas furtivas, de los pensamientos en el aire, se me escapó el viento y me quedé sin paraguas, pero me ha dado igual calarme con tu lluvia porque por muchas vueltas que le di al reloj esta mañana pensándote, nunca pude imaginarme cuántos momentos de algodones traías preparados.
Eres maravilloso.
¿No lo sabías?
Pues sí...
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