Si pudiera elegir sería madera para el invierno
y nunca cerraría las ventanas de la casa,
sé que me contradigo, soy yo, eso no cambia,
pero puestos a ser, a existirte, amor mío,
deja que un hallazgo indeciso nos anuncie el día,
que tus besos vencidos me desanden.
O acaso, sólo toma mi mano, esa que te ama
y me devuelve inédita la sacudida del gesto que me abruma,
como si fuera, tal vez, un golpe de mar
o una despedida.
Isabel Moncayo
Muy hermoso
ResponderEliminarSaludos