Amor, razón de vida
estás tan arraigado en mi existencia
que si no estás, te invento.
Y solamente
viviendo así de tu sutil presencia,
este duro vivir halla un motivo;
para seguir en la pesada brega
de no sólo existir.
Profundo anhelo
que embellece la vida;
poderosa razón,
motivo y causa de que
te salgan alas
y en un vuelo,
remontarte hasta un cielo
de esperanzas.
Esther Fernández
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