Cuántas veces he gritado
tu nombre en silencio.
Cuántas veces he besado
la luz de mi espejo.
Y ahí estabas
perpetuo en mis labios,
sombreando mis párpados
suavemente con tus dedos.
Y estabas ahí
cuando miraba al horizonte
el mismo de tus tardes
que enredaba nuestros deseos.
Cuántas veces has dormido
en la almohada junto a mi cara,
cuántas el capitán del velero
que navegaba entre mis sábanas.
De cuántas maneras díme,
han podido llegarte mis besos
o mis manos acariciando
cada deseo, pensamiento,
recuerdo, llanto y miedo.
Aún te espero y tiemblo
tanto tiempo me enerva
y vuelvo a tener larvas
a punto de florecer
cuando de nuevo
te vuelva a ver y
te sienta.
Un "son" que es un regalo para los oídos de la persona que te inspira.
ResponderEliminarSaludos
Marinela
Hay mucho amor y esperanza entre estas letras.
ResponderEliminarUn saludo cordial.